Los diarios de todo el mundo día a día estan congestionados de las noticias de los hechos mas violentos en la historia, esto nos hace preguntar ¿qué está pasando?
¿En qué herramos? o ¿dónde se originó tanta violencia?
He aquí un principio bíblico: "Instruye al
niño en su carrera y aún cuando fuere viejo no se apartará de ella"
Creo que el auge de tantos tristes articulos publicados cargados de violencia se han originado en el seno del
hogar: madres solteras, niños huérfanos, mala formación, pérdida de valores, corrupcion en todos los niveles, impunidad, adolescentes embarazadas, en fin; es lo que desayunamos en los noticiarios matutinos, merendamos en los vespertinos y cenamos en los nocturnos, es lo que vemos en el vecindario, contemplamos en el parque y soportamos en el trabajo.
Parece ser que hemos iniciado una carrera hacia el defiladero y sin retorno aparente.
Podemos contemplar graduados pero no profesionales, la atmosfera contaminada por el humo de la desesperanza, cada vez que escucho la voz materna decir: "no puedo mas con mi hijo", resuena como de ultratumba el bullicio de la corrupción y la delincuencia reclamando a ese hijo: "dejamelo a mí porque yo se lo que haré de él."
En mi país, me ha preocupado lo que he leído durante toda la semana recién pasada, lo que visto enlos noticieros tanto nacionales como internacionales; violencia, crimén, drogas, impunidad y apatia.
Parece ser un circulo vicioso del cual no prodremos escapar, se vislumbra un futuro sombrío para la humanidad, estamos en un callejón donde no podemos ver la salida.
A pesar de todo el horror de lo que esta aconteciendo en nuestro mundo existe todavía una esperanza, podemos retroceder, pero hay que hacerlo ya, pués queda muy poco tiempo. La causa de que hayamos llegado a este punto solo significa que hemos abandonado lo que había frenado por siglos la violencia, una luz brilla desde el cielo es Jesucristo nuestra única esperanza, no una religión, no un coigo de ética, no una alta moral los cuales esconden los mas oscuros deseos.
Jesucristo vino a este mundo para enseñarnos a amar incondicionalmente, primero a Dios el padre y luego a nuestro prójimo como a nosotros mismos; si esto hacemos se terminará el tortuoso transitar hacia una inminete y total destrucción o mejor dicho detendremos la cuenta regresiva de
la autodestrucción.
