jueves, 4 de enero de 2018

Año Nuevo Vida Nueva

Cada fin e inicio de año, cuando los calendarios son cambiados, la mayoría de nosotros hacemos muchas promesas las cuales nunca llegan a ser cumplidas.

¿por qué acontece esto?

No importando la edad, nacionalidad, ni formación en todo caso
es igual; porque las nuevas promesas son hechas por las viejas personas. Cada fin de año comenzamos a recordar lo que prometimos a principio y a hacer una evaluación de lo que si cumplimos solo para darnos cuenta de que no hicimos nada.

En los evangelios se registra una declaración de Jesús que dice:"No pongas vino nuevo en odres viejos" y esto es aplicable para todo en la vida, aquí hablamos de las promesas incumplidas cada año, porque no somos sinceros con nostros mismos, pues somos las misma personas antiguas que no hemos cumplido nuestras promesas, prometiendo nuevamente, si hacemos siempre lo mismo obtendremos siempre el mismo resultado.

En el libro de eclesiastes dice que: "Es mejor no prometer, que prometer y no cumplir" muchas veces somos ligeros de labios para hacer promesas y luego lo pensamos mejor, pero no nos retractamos y damos falsas esperanzas, las cuales se convierten en desaliento y desiluciones. Y hasta tratamos de convencernos a nosotros mismos de que algun día lo cumpliremos.

El problema en todo caso sigue siendo el mismo; son los odres o es el vino. En esta parábola Jesús nos enseña una de las verdades universales más relevantes de toda la historia, me parece que es el confucionismo que indica que una vasija no puede ser llena hasta que se vacíe su contenido aunque esté llana de aire.

En el caso de la Biblia se trata de traer las buenas nuevas, son buenas y además son nuevas, pero hay gente que se queda con la vieja y tratan de al mismo tiempo recibir la nueva. Es como si vistieramos una ropa nueva pero sin despojarnos de la vieja la cual está sucia y mal oliente; no nos sirve de nada pues al vestirnos con lo nuevo sin despojarnos de lo viejo estamos quedandonos con lo viejo y al mismo tiempo echando a perder lo nuevo.


El año nuevo es una nueva oportunidad de cambios, de esperanzas y de enmendar lo que no hemos hecho bien del todo. Dios hace salir el sol cada día para recordarnos que sus misericordias son nuevas y que cada nuevo día o nuevo año es una nueva oportunidad de darle la oportunidad a él de rehacer nuestras vidas por la virtud de su Santo Espíritu.

Para que las bendiciones del Todopoderoso sean de provecho a nosotros debemos despojarnos del viejo hombre, de la vieja naturaleza; dejar que él en su infinita misericordia y atravez de la sangre de Cristo, nos haga nueva criatura, así seremos odres nuevos para que el nuevo vino sea depositado en nosotros y se conserve lo uno y lo otro para su gloria.

Un nuevo año trae nuevas cosas o cosas viejas, eso dependerá de nosotros, pues si queremos que las cosas cambien lo primero que debe cambiar soy yo. Si no sale lo viejo no puede entrar lo nuevo, si no dejamos a Cristo trsansformar nuestro odre viejo en nuevo de nada nos a provechará su vino nuevo.

Esté es el nuevo sendero, la nueva página en el diario de tu vida, de ti y sólo de ti depende lo que se escribirá en ella, si decides comenzar a caminar el nuevo sendero que cambiará el final de tu jornada.  

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